Sensación agridulce en BRIBÓN DE MADRID

Sensación agridulce en BRIBÓN DE MADRID

Sensación agridulce en BRIBÓN DE MADRID

Es cierto que no empezamos nuestra comida en Bribón de Madrid con buen pie pero bien está lo que bien acaba y así fue.

Por no dejaros con la cosa de saber que pasó, os cuento:

Como siempre que elijo un restaurante para ir a comer y sobre todo si se trata de una celebración cómo era el caso, hago una buena búsqueda, reviso recomendaciones y por supuesto miro la carta de arriba a abajo. Resulta que en Bribón de Madrid, los fines de semana no tienen la misma carta que hay en la web y eso no se avisa en ningún sitio, Chasco número 1.

Una vez que ya elegimos los platos después de quedarnos con las ganas de probar cosas que ya tenía fichadas, resulta que de seis cosas que pedimos, tres no tenían. Nos dicen que al ser domingo (medio día) y haber estado el restaurante lleno el fin de semana, había bastantes productos que se les habían agotado. Total, vuelta a elegir nuevos platos después de nuestra cara de póker de: ¿cómo tenéis tan poca previsión si sabéis que todos los fines de semana estáis llenos? Chasco número 2.

Lo último que no nos gustó es que, pese a tener nuestra reserva hecha con bastante antelación, nos sentaron en una mesa alta. Para mi gusto, no se come igual de cómodo que en una baja por lo que creo que al menos, si existe esa posibilidad, deberían indicarlo cuando haces la reserva. Chasco número 3.

Una vez contada la parte mala de nuestra experiencia, he de decir que al final comimos muy bien y todo lo que probamos nos gustó mucho. Es por eso que escribo este post. Ya sabéis que no me gusta escribir acerca de aquello que no me ha gustado ya que me gusta publicar solo aquello que os recomiendo y en este caso, teniendo en cuenta lo anterior y así ya vais avisados, si os recomendaría ir a conocer Bribón.

El restaurante es muy bonito, uno de esos sitios elegantes, separado en dos salones y con una gran barra presidencial que unifica todo el espacio.

Los platos que probamos fueron la tortilla vaga de chistorra, pimientos de Guernica e Idiazabal ahumado y el tomate Raff, piparra, cebolleta y bonito del Norte para compartir y de segundo probamos la chuleta de vaca vieja con patatas hojaldradas y pimientos de Guernica fritos (aunque el precio indicado en la carta son 56€, es un plato para al menos dos personas. Nosotros lo comimos entre tres.) y el atún rojo salteado a fuego y encebollado marino.

Como os decía, todo estaba buenísimo y nos encantó a pesar de quedarnos con las ganas de probar otras cosas. 

Además os recomiendo dejar hueco para el postre porque el Cremoso de Chocolate, bizcocho aireado y pepitas de oro y la Tarta de Lima estaban de querer repetir una y otra vez. Igual que he contado lo malo, también he de deciros que por las molestias nos invitaron a los postres y eso es de agradecer.

En fin, sensación agridulce con Bribón pero espero que vayáis y me contéis vuestra experiencia!

¿Dónde está?

Bribón de Madrid – Calle Alcalá, 54, Madrid – Visita su web (pero no te fíes 😛 )

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