La familia Ochenta Grados crece con OCHENTA NEXTDOOR – CERRADO

La familia Ochenta Grados crece con OCHENTA NEXTDOOR – CERRADO

La familia Ochenta Grados crece con OCHENTA NEXTDOOR – CERRADO

El hermano mayor de los conocidísimos y divertidos 80 grados es, OCHENTA NEXTDOOR. Lo último de la familia “ochenta grados” está en Las Tablas y es muuuy guay.

La filosofía cambia un poco en este restaurante: las elaboraciones son más complejas y con más técnica detrás aunque la esencia de “platos para compartir” sigue viva. También, y para mi gusto con acierto, la comida o cena se hace con más calma con un trato más cuidado y personal.

El espacio es igual de bonito que los otros dos “ochentas”. Mesas altas, juegos de luces con su techo inundado de bombillas, barra vista… un montón de detalles que te hacen sentir especial.

Ochenta grados ya nos había ganado con su selección variada de miniplatos, a cada cual más rico pensados para compartir y que permiten probar muchas opciones huyendo del tradicional primero, segundo y postre.

En Ochenta Nextdoor, se presenta una cocina con un carácter más gastronómico, una carta más estructurada y recetas más elaboradas. Hay más creatividad y refinamiento en los platos y un servicio más formal (sin estridencias), ofreciéndonos lo mejor de las experiencias culinarias (y manteniendo unos precios muy ajustados que también es importante!!)

La carta es viva y cambia en forma y fondo. Algunos de los entrantes más destacados son los buñuelos de bacalao, el jarrete en rulo con foie, ensalada de patata y emulsión de rúcula, el Huevo Nextdoor (huevo poché con guiso de calamar y patatas fritas) o el falso risotto de pulpo con con foie a la sartén y jugo espumoso de coco. También muy ricos los tartares como el de salmón marinado con sorbete de ajoblanco, gazpacho de tomate y frutas de verano o el de solomillo con crema brioché y crujiente de patata.

En los segundos opciones muy ricas como el solomillo Wellington con duxelle de setas, jamón ibérico y cocinado en hojaldre de mantequilla, el lomo bajo de vaca vieja, espinacas a la crema y patatas risoladas o el lomo de merluza, meuniere y ñoquis al parmesano.

De postre, el flan “que siempre quiso hacer mi abuela” o la tarta de queso horneada con toffee salado y helado de mantequilla y caramelo y para beber, el Distinto, que ya es marca registrada de la casa y una cuidada selección de cócteles y vinos.

Además disponen de menú del día por 14,80€ con gran variedad de platos de la misma calidad que los que hay en la carta.

¿Dónde está?

Ochenta Nextdoor – Paseo Tierra de Melide 4 , Madrid – Visita su web

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